jueves, 11 de septiembre de 2008

El apoyo que la energía eólica necesita

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El necesario apoyo de la administración a la Energía Eólica

Tradicionalmente los trámites para construir un parque eólico se han alargado demasiado en el tiempo. Proyectos que han estado tramitándose durante más de seis años son bastante corrientes en casi todas las Comunidades Autónomas.

Estos retrasos hacen que finalmente se instale menos potencia eólica de la que sería deseable y además significa una gran loza para futuros desarrollos eólicos.

Las Consejerías de Innovación deberían impulsar, ante el resto de Consejerías competentes en la Comunidades Autónomas (Economía y Hacienda, Vivienda y Ordenación del Territorio, Obras Públicas y Transporte y Medio Ambiente), la caracterización de los espacios disponibles en cada Comunidad Autónoma para nuevas promociones de Parques Eólicos.

De esta forma quedarían los espacios disponibles catalogados para que los promotores eólicos solo tuvieran que solicitar zonas ya caracterizadas. El proceso sería el inverso al actual en el que los promotores eólicos son los que solicitan zonas de actuación que después se aceptan o no dependiendo de una serie de variables políticas, económicas y técnicas.

Estas zonas deberían tener suficiente recurso eólico, punto de evacuación de energía producida y viabilidad urbanística y paisajística (EsIA).

Esta forma de caracterización quedaría amparada por la Ley 2/2007 de Fomento de las Energías Renovables, especialmente en lo referente a las Áreas Preferentes de Energías Renovables (APER). Del mismo modo, permitiría que los objetivos fijados, por ejemplo en la Comunidad de Andalucía, del PASENER que fija una potencia eólica para final de 2013 de 4.800 MW pudieran conseguirse. Los 1.500 MW actualmente instalados hacen difícil este salto cuantitativo si no se producen apoyos administrativos como el indicado.

martes, 9 de septiembre de 2008

Energía minieólica

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Energía minieólica

Las estadísticas anuales de instalaciones eólicas no suelen incluir los datos referentes a los pequeños aerogeneradores. Su baja ponderación en relación con la potencia instalada en grandes aerogeneradores los hace casi imperceptibles en los mercados.

Sin embargo, la minieólica permite solventar muchos problemas puntuales de suministro eléctrico a personas o colectivos que se encuentran aislados de la red eléctrica. Los sistemas de comunicaciones radioeléctricas son otros de los grandes demandantes de este tipo de generadores.

El incremento de instalaciones de este tipo en España crece a un ritmo del 25% anual, representando un nivel de facturación del orden de 2,5 millones de euros al año.

El nivel de desarrollo tecnológico es bastante bueno y el avance en el crecimiento del nivel de demanda crece en relación con el incremento del tamaño de las unidades fabricadas.

El sector se caracteriza por defectos en la comercialización de los productos que fabrica. Estas carencias pueden ser debidas a dos factores: el primero de ello es el desconocimiento de los comerciales que se encargan de su venta, el segundo sería lo precario de las cadenas de distribución. Además el coste de las mediciones del recurso eólico en el emplazamiento donde se ubicará el generador hace que muchos posibles clientes particulares desistan de acometer de forma decidida la inversión.

Estas dificultades se verían aminoradas si existiera un mapa nacional fiable del recurso eólico en España como existe del recurso solar. De hecho cuando se opta por la instalación de un sistema híbrido siempre se prima más la potencia solar instalada que la eólica y si hay dudas sobre la instalación de uno u otro sistema la balanza siempre se declina del lado de la energía solar.

Por parte de la administración también debería discriminarse, como sucede en la energía solar, los precios que se pagan al productor eléctrico dependiendo de la potencia instalada que tenga el aerogenerador conectado a red. De esta forma se generalizarían los equipos conectados a líneas eléctricas de baja tensión.

En España una de las empresas líderes comercializando aerogeneradores es Bornay Aerogeneradores que dispone de aerogeneradores desde 250 hasta 6000 W. Todos los aerogeneradores se sitúan a barlovento y disponen de dos y tres palas según potencia.

La empresa Enflo Windtec Ibérica está comercializando un miniaerogenerador de 500 W preparado para funcionar en tejados de casas particulares, naves industriales y oficinas. El coste de estos equipos se eleva 8.000 € el kW, incluyendo instalación e impuestos. La instalación es muy simple, no más complicada que la instalación de una antena parabólica.

Dado el creciente precio de la electricidad y las ayudas de las distintas administraciones de las Comunidades Autónomas, este tipo de máquinas cada vez serán más competitivas ya que pueden producir cuatrocientos kWh al año y si el emplazamiento es el correcto pueden llegar hasta los 1.000 kWh.

Estos aerogeneradores se fabrican en Alemania y se exportan al resto de países de la Unión Europea.

No es necesario direccionar el aerogenerador, pues el propio aparato cuenta con una veleta que lo orienta hacia el punto más adecuado para optimizar la captación del viento. El difusor que posee hace que se acelere este que funciona según el principio aerodinámico del ala de un avión. El rotor no es regulable pero cuenta con un módulo de control, un convertidor que reconoce la frecuencia y el voltaje de la red y un sistema  regulador de carga. Este último sistema tiene como objetivo hacer que el generador trabaje solo cuando sea necesario alargando la vida media de todo el conjunto.

La electricidad producida por este aerogenerador se puede aprovechar para otros usos menos habituales, como las bombas de extracción de agua, carga de baterías, tratamiento de agua potable y calefacción. Aunque aun no se comercializan para estos usos el aparato ha sido diseñado para ser instalado en yates, mástiles de telefonía móvil, señales de autopistas, estaciones meteorológicas, observatorios para la protección de la naturaleza, tratamiento de agua, desalación, calefacción, camping, caravanas, etc.

Sin embargo, el espaldarazo definitivo para el desarrollo masivo de la minieólica tiene que venir por el lado de una legislación favorable que apoye, mediante una tarifa competitiva, la instalación de más aerogeneradores en zonas urbanas y rurales óptimas.

Los pequeños aerogeneradores, de apenas dos metros de alto sobre tejado, puede situarse en viviendas, hoteles, hospitales, colegios, empresas e incluso sobre farolas. Todos estos aerogeneradores pueden conectarse a eléctricamente a redes de baja tensión y trabajar durante años sin más ayuda que la fuerza del aire.

En Portugal se ha dado un paso decisivo en el fomento de la energía minieólica en todo el país. El Decreto-Lei 363/2007 contempla suculentas primas a los productores de electricidad por medio minieólicos. La diferencia con la legislación española es que diferencia claramente la minieólica de la eólica tradicional asignando primas a las primeras verdaderamente útiles.

En España APPA (Asociación de Productores de Energías Renovables) lleva años reclamando una medida similar. En el territorio nacional se calcula que hay instalados solo siete megavatios de potencia minieólica, mientras que la gran eólica superó los 15.000 MW a finales de 2007.

Esto ocurre porque actualmente no es rentable invertir en el sector minieólico dado que tiene un elevado coste y una baja retribución.

El Decreto-Ley luso establece para las energías solar, eólica, hidráulica, de cogeneración con biomasa y a las pilas de combustible de hidrógeno una tarifa única de referencia de 0,65 €/kWh (durante los cinco primeros años) producidos por cualquiera de estas tecnologías de microgeneración

Para poder cobrar esta tarifa, el inversor no podrá instalar tecnologías cuya potencia superen los 3,68 kW. Además esta tarifa se pagará a los primeros 10 MW que se instalen en el país, después la tarifa irá disminuyendo en un 5% para cada nuevos 10 MW instalados. A partir del quinto año la instalación percibirá anualmente, durante otros diez años más, la tarifa única correspondiente a la del uno de enero de ese año, aunque reducida en el caso de la minieólica a un 70%, aplicable a las nuevas instalaciones vigentes. Después de este segundo periodo las instalaciones recibirán la remuneración aplicable al régimen general.

La reivindicación de APPA pasa por solicitar para la minieólica una tarifa de 0,44 €/kWh producido. En España, la normativa se traduce en que la electricidad generada a partir de instalaciones de pequeña potencia (inferior a 100 kW) percibe, en el caso de elegir la tarifa regulada, 0,0732 €kWh, lo que hace extremadamente complicado poder amortizar las instalaciones.

La minieólica que se conecte a baja tensión debe ser reconocida por la legislación como distinta a la gran eólica y debe ser incluida en la planificación estatal dentro del nuevo Plan de Energías Renovables 2011-2020.

El objeto de solicitud de esta tarifa radica en que los costes de la minieólica son equiparables a los de la fotovoltaica: 6.000 €/kW instalado.

Todos los sistemas eólicos instalados en ciudad deben evitar al máximo la contaminación acústica, el ruido y las vibraciones. En este aspecto entran en juego las intensas investigaciones sobre perfiles aerodinámicos y sistemas de amortiguación. Hasta ahora la mayoría de los sistemas minieólicos instalados en España corresponden a sistemas aislados, en zonas pocos habitadas y sin conexión a red. Sin embargo, el panorama para los próximos años es bastante halagüeño ya que tenemos disponible una tecnología muy desarrollada y fiable. El objetivo de APPA es que en 2010 tengamos instalados 50 MW de potencia minieólica.