jueves, 26 de abril de 2012

Nuevos yacimientos de petróleo por todo el planeta

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Los recursos energéticos, no renovables, existentes en el planeta son ingentes. A pesar del desorbitado consumo que realizamos todos los años, las reservas probadas no dejan de crecer año tras año y los yacimientos, antes inaccesibles, ahora se tornan disponibles y económicamente rentables para su explotación. Los países que descubren nuevos yacimientos frente a sus costas, o en su territorio, lo celebran como un auténtico maná caído del cielo, pensando más en los beneficios económicos a corto plazo que las repercusiones medioambientales y de sostenibilidad que en el medio-largo plazo les acarreará su consumo.

Este consumo seguirá creciendo incluso aunque se demuestre, como ya se está comprobando, que las reservas de recursos renovables, son aun mayores.

Parece que mientras sigan existiendo yacimientos petrolíferos, de gas y de carbón difícilmente dejaremos de utilizarlos y el modelo económico mundial, basado en fuentes energéticas no renovables, no terminará hasta que no se agote la última gota de petróleo, independientemente de las repercusiones que sobre el planeta este consumo origine.

Especialmente polémicas han sido las autorizaciones de las prospecciones petrolíferas frente a las costas de las Islas Canarias. El gobierno de España, a través del Ministerio de Industria se muestra partidario de realizarlas. Sin embargo, los gobiernos locales, son reticentes por los problemas medioambientales, de desarrollo económico y de futuros costes de oportunidad que pueda ocasionar la explotación del yacimiento.

En 2010 la demanda mundial de petróleo ascendió a 32,079 miles de millones de barriles. Las reservas probadas de petróleo aumentaron con respecto a 2009. Con este nivel de demanda y teniendo en cuenta los datos de reservas que figuran en la tabla de abajo el abastecimiento sería posible durante los próximos 45 años.

Según el informe “Energy and the Challenge of Sustainability” de la ONU, el potencial técnico de las energías renovables se estima en más de 7.600 exajulios al año (3,18 1014 Mtep/año) mientras que el potencial teórico de estas fuentes de energía es superior a 144.000.000 exajulios/año (6,03 1018 Mtep/año). Debemos tener en cuenta que un exajulio  equivale a 4,1868 1010 Mtep y que la demanda de energía eléctrica en el mundo, según la Agencia Internacional de la Energía, ascendió en 2009 a 16.760 TWh/año. Pues bien, el potencial de producción de energía eléctrica mediante fuentes renovables asciende a 2.105.200 TWh/año.

Sin embargo, esta diferencia de potenciales no parece tenerse en cuenta. Las recientes expropiaciones realizadas por el gobierno argentino sobre los bienes de la petrolera española Repsol, con el objetivo de explotar internamente, no sólo los recursos petrolíferos actuales sino los futuros cuya prospecciones la propia empresa ya había realizado, ponen de manifiesto hasta que punto países como Argentina, están dispuestos a romper acuerdos legítimamente firmados de forma unilateral y sin previo aviso a costa de obtener más beneficio económico a corto plazo.

No obstante, aun queda por ver la capacidad técnica y financiera para realizar esta explotación a un país al que internacionalmente se le cerrarán todas las puertas, ya que pocas empresas estarán dispuestas a invertir en su territorio debido a la inseguridad jurídica de la que hacen gala.

jueves, 12 de abril de 2012

Primas y primas de referencia a las energías renovables

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Al productor de energía eléctrica, inscrito en el régimen especial, se le ofrece la posibilidad de vender toda su producción eléctrica a una tarifa regulada, o bien, acudir a mercado y obtener el precio marcado en el pool más una prima de referencia. 

Supongamos que un productor eólico que tiene en propiedad un parque de 50 MW de potencia, desea vender su producción a tarifa regulada. En este caso, como se indica en la tabla obtendría 7,3228 c€/kWh producido (73,22 €/MWh). Este importe es el de salidad marcado en el año 2007, actualmente se ha actualizado teniendo en cuenta la subida del IPC. Si la producción de ese parque eólico es de 125.000 MWh/año la facturación que se realizaría sería por importe de 9.152.500 €.

Este productor podría optar, en el momento de iniciar su actividad de generación de energía eléctrica, por acudir a mercado. En este caso optaría a una prima de referencia de 2,921 c€/kWh, aparte del precio que cobrara en el pool cada día. Sin embargo, esta prima no es fija, es variable dependiendo del mercado. Además, el legislador le garantiza un suelo 7,1275 c€/kWh producido.



Supongamos, ahora, que el precio de mercado, para un día determinado, asciende a 3,69 c€/kWh. El productor eólico recibiría esos 3,69 c€ más el valor de la prima de referencia, 2,92 c€, lo que supone 6,61 c€/kWh inyectado en red. Como este valor es inferior al suelo marcado, la prima deberá incrementarse hasta los 7,12 c€, lo que implica 0,51 c€. A este valor habría que sumarle la prima de referencia, 2,92c€, por lo que finalmente obtendríamos un importe de 3,43c€.

Finalmente, el productor eólico, recibiría 3,69 c€ más 3,43 c€, lo que significa una remuneración por kWh vertido a la red de 7,12c€.

lunes, 9 de abril de 2012

Consumo de energía primaria y consumo de energía final

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En las estadísticas energéticas de los países siempre se facilitan datos del consumo de energía primaria y consumo de energía final. Para entender a que se debe esta diferencia debemos analizar los conceptos de energía primaria, intermedia y final.

La energía primaria es aquella que se encuentra disponible en la naturaleza, pudiendo agruparse en energía renovable y fósil. Entre las renovables podemos destacar la proveniente del Sol y el viento, del agua y de la biomasa. Entre las fósiles tendríamos el uranio, el carbón y petróleo y el gas natural. Para valorar la energía primaria renovable se tendrá en cuenta la energía producida y no la disponible pero no aprovechable por no existir potencia instalada que sea capaz de aprovechar esta energía proveniente de fuentes renovables.

La energía intermedia es aquella que sufre las transformaciones necesarias para ser consumida. Son los denominados vectores energéticos entre los que destacamos la electricidad y los combustibles (mediante tratamiento del petróleo en refinerías para producir gasolinas, gasóleos y gases licuados). También deberemos utilizar paneles solares para transformar la energía primaria del Sol en energía intermedia eléctrica.

Por último, tendremos energía final que será la consumida en el hogar o la empresa, así como en los vehículos para el transporte de personas y mercancías (el transporte necesario para hacer llegar esta energía al consumidor final no sería uno de los agregados que tendríamos que contabilizar en esta partida). Esta energía tendría forma de calor, frío, luz y fuerza, agua caliente y desplazamientos de personas y mercancías.

En todo este proceso se producen gastos por operación de plantas, transporte, pérdidas, accidentes, etc. Por lo tanto, la cantidad de energía primaria que entra en el sistema, será siempre superior a la finalmente consumida. Además, tenemos que tener en cuenta que durante el proceso se producen impactos ambientales y contaminación que debe ser tratada y eliminada con equipos humanos y técnicos, cuyo coste se debería contabilizar como una partida más imputable al coste de la energía primaria que un país debe pagar. Las energías primarias renovables, naturalmente, no tienen esta repercusión negativa en cuanto a costes añadidos.

La energía eléctrica, por tanto, es una energía intermedia a la que una vez que le eliminemos las pérdidas correspondientes tendremos la energía final consumida por los usuarios. El usuario final utiliza los dos vectores energéticos, combustibles y electricidad, provenientes de fuentes energéticas renovables y no renovables.

domingo, 8 de abril de 2012

Evolución de la potencia y producción de enegía eléctrica en España

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En España la sustitución del carbón por gas natural, para la producción de enegía eléctrica, ha continuado año tras año, registrándose a partir de 2007 un decrecimiento de la producción de energía eléctrica por este primer sistema espectacular. Sólo las fuertes subvenciones que durante 2011 recibió el sector de la minería del carbón en España, han originado un ligero incremento en la producción de energía eléctrica por este medio y durante este año.

Por lo tanto, es posible que la mayor producción eléctrica a partir de combustibles fósiles, el crecimiento más lento de la producción eléctrica a partir de fuentes renovables y la disminución de la producción eléctrica mediante energía nuclear – a medida que las centrales nucleares empiecen a estar fuera de servicio – propicie un aumento de las emisiones de dióxido de carbono para los próximos años.

La evolución en España ha sido muy representativa. Partíamos a principio de la década con un mix energético que podríamos considerarlo tradicional que se ha modificado sustancialmente en muy pocos años.


Si analizamos el gráfico, comprobaremos como las plantas térmicas de carbón y las centrales hidráulicas ocupaban los puestos de cabeza con un porcentaje del 48% de toda la potencia eléctrica instalada en el país antes del año 2006, siendo remplazados a partir de este año por las plantas de ciclo combinado y los parques eólicos que significan el 44% de la total potencia eléctrica instalada en 2011.
Si realizamos un análisis de la producción de energía eléctrica en ese mismo periodo los resultados no son menos curiosos. A principios de la década la mayor producción eléctrica provenía de las centrales térmicas de carbón y de las centrales nucleares que producían el 66% de toda la electricidad que demandaba el país.


Desde el año 2007 las centrales de gas de ciclo combinado han ocupado el primer puesto en el ranking por productores de energía eléctrica en España, pero descendiendo por debajo de la producción de las centrales nucleares en 2011. Estas dos tecnologías son las responsables de la generación del 40% de toda la energía eléctrica consumida en España en ese año. En el gráfico de abajo detallamos esta evolución.


La constancia en la producción de energía eléctrica por parte de las centrales nucleares, se debe más a la dificultad de gestionar esta tecnología, que a su fiabilidad. La dificultad de conectar-desconectar en muy poco tiempo un generador nuclear hace que la potencia instalada tenga que estar siempre en funcionamiento, independientemente de la demanda existente en cada momento. Por este motivo es siempre la primera tecnología que puja en el mercado eléctrico ofreciendo toda su producción a 0 € el MWh. Las peculiaridades del mercado eléctrico español, harán que después reciba una remuneración por la energía vertida a red conforme el precio de subasta diario.