Mejorar la eficiencia energética de un negocio o una
vivienda no siempre implica grandes inversiones. Es más, en la mayoría de los
casos con muy pequeños desembolsos económicos pueden conseguirse reducciones en
la facturación espectaculares.
Además, la mayoría de estas medidas pueden realizarse por el propio usuario o contratando los servicios de un asesor energético a bajo coste. Pasamos a describir algunas muy interesantes:
1. La sustitución de las luminarias por otras más eficientes es imprescindible y la base de un sistema energético más económico. Seguir utilizando las tradicionales lámparas incandescentes no tiene hoy en día ningún sentido práctico. Por lo tanto, deben sustituirse por bombillas de bajo consumo.
En el mercado existen dos tecnologías de iluminación eficientes, las lámparas fluorescentes y las LEDs. Estas últimas cada vez se están utilizando en mayor medida debido a que son las que menos consumen, no tienen materiales tóxicos, se encienden de inmediato incluso a muy bajas temperaturas, son las que más duran y su mantenimiento es nulo.
2. La utilización de temporizadores y detectores de movimiento en estancias que no se utilicen todo el tiempo, como almacenes, aseos y archivos, reduce considerablemente el consumo energético del inmueble. Además estos dispositivos son de muy fácil instalación y prácticamente no requieren obras.
3. Cada actividad que se realice en una estancia requiere unas necesidades lumínicas. Por este motivo es importante adaptar cada espacio según las funciones que se vayan a desarrollar en él. El Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) ha publicado una guía que puede ser utilizada para realizar estos cálculos. Se encuentra disponible en la siguiente dirección web:
http://www.idae.es/uploads/documentos/documentos_5573_GT_iluminacion_oficinas_01_dacd0f81.pdf
Además, la mayoría de estas medidas pueden realizarse por el propio usuario o contratando los servicios de un asesor energético a bajo coste. Pasamos a describir algunas muy interesantes:
1. La sustitución de las luminarias por otras más eficientes es imprescindible y la base de un sistema energético más económico. Seguir utilizando las tradicionales lámparas incandescentes no tiene hoy en día ningún sentido práctico. Por lo tanto, deben sustituirse por bombillas de bajo consumo.
En el mercado existen dos tecnologías de iluminación eficientes, las lámparas fluorescentes y las LEDs. Estas últimas cada vez se están utilizando en mayor medida debido a que son las que menos consumen, no tienen materiales tóxicos, se encienden de inmediato incluso a muy bajas temperaturas, son las que más duran y su mantenimiento es nulo.
2. La utilización de temporizadores y detectores de movimiento en estancias que no se utilicen todo el tiempo, como almacenes, aseos y archivos, reduce considerablemente el consumo energético del inmueble. Además estos dispositivos son de muy fácil instalación y prácticamente no requieren obras.
3. Cada actividad que se realice en una estancia requiere unas necesidades lumínicas. Por este motivo es importante adaptar cada espacio según las funciones que se vayan a desarrollar en él. El Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE) ha publicado una guía que puede ser utilizada para realizar estos cálculos. Se encuentra disponible en la siguiente dirección web:
http://www.idae.es/uploads/documentos/documentos_5573_GT_iluminacion_oficinas_01_dacd0f81.pdf
Como vemos, la aplicación de medidas de eficiencia
energética, no implican en la mayoría de los casos, conocimientos profundos de
ingeniería o grandes desembolsos económicos. Sólo es necesario planteárselo
estratégicamente y articular los mecanismos para que la empresa lo incorpore a
su rutina empresarial
1 comentario:
Muy útil la información, muchas gracias!
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