El análisis de viabilidad
económica de instalaciones solares fotovoltaicas se realiza teniendo en cuenta que
se trata de una inversión a largo plazo.
Una inversión es una operación
financiera que se materializa en una serie de ingresos y desembolsos (gastos)
que se van produciendo a lo largo de todo el tiempo analizado (para este tipo
de proyectos suele ser de 25 años).
El mero transcurrir del tiempo altera el
resultado del análisis económico que realicemos. Está claro que no podemos
comparar 1.000 euros de hoy con 1.000 euros del año 2020, ya que en este año el
coste de la vida habrá aumentado. Además, si colocamos este importe en el
mercado de capitales en una cuenta a plazo fijo, por ejemplo, tendremos un
capital superior al inicialmente invertido al final del periodo.
Por lo tanto, tendremos que utilizar
unas “reglas” que nos permitan movernos por todo este intervalo temporal
actualizando los valores de ingresos y gastos al día de hoy. Sólo de esta forma
podremos comparar importes heterogéneos
de forma objetiva ya que los habremos homogeneizado siguiendo unas
reglas razonables.
Los dos instrumentos más utilizados que
nos permitirán realizar estas comparaciones son el VAN y el TIR.
El VAN mide el valor actual de
todos los ingresos y los costes de una inversión actualizándolos al momento
actual. Para realizar esta actualización tendremos que aplicar una tasa de descuento.
La tasa de descuento a utilizar deberá
estar relacionada con el coste de
oportunidad de la inversión que vayamos a acometer. Por ejemplo, si estamos
pensando invertir una determinada cantidad en un proyecto fotovoltaico debemos
considerar la rentabilidad que esa cantidad nos reportaría en un depósito a
plazo fijo. Si el mercado ofrece depósitos al 5%, por ejemplo, esta será la pérdida
que tendríamos por invertir en otro proyecto distinto. La tasa de descuento
mínima que debemos utilizar en este caso sería del 5%.
Y digo mínima, porque un depósito a
plazo fijo entraña poco riesgo en comparación con otras inversiones. Por este
motivo para proyectos más arriesgados, deberemos comparar la posible
rentabilidad de estos proyectos con el que vamos a acometer. Esta circunstancia
hace que la utilización de una determinada tasa de descuento sea un valor
relativamente subjetivo.
Nuestro informe de viabilidad económica
siempre deberá justificar el por qué se emplea una determinada tasa de
descuento. Lo más recomendable será emplear un valor conservador, teniendo en
cuenta que a medida que vayamos incrementando la tasa de descuento de un proyecto
irá disminuyendo el valor del VAN.
De forma alternativa el cálculo de la
tasa de descuento para los distintos sectores renovables puede que no sea
necesario. Esto es así porque las asociaciones empresariales del sector pueden
negociar con el ejecutivo una tasa de descuento razonable para los proyectos
que van a acometer. Recordemos que las tarifas que cobran los productores de
energía eléctrica por fuentes renovables, se fijarán previamente y esta tarifa
tendrá como objetivo garantizar una rentabilidad razonable al productor. Cuando
este hecho ocurre el sector podrá utilizar una tasa de descuento que se
denominará WACC del sector, que será
fija. En el caso de España esta tasa oscila entre el 7 y el 9%.
Un VAN positivo nos indicará que es
interesante llevar a cabo el proyecto. Si el VAN es negativo el proyecto no
será interesante desde un punto de vista económico. Así por ejemplo, si hemos
utilizado una tasa de descuento del 5%, y el VAN de nuestra inversión resulta
ser de 10.000 euros, quiero esto decir que obtendremos un beneficio de 10,000
euros superior a si hubiéramos colocado el importe destinado al proyecto
fotovoltaico en un plazo fijo al 5%.
Si el VAN resulta ser cero, no
obtendríamos beneficio adicional y si es negativo perderíamos dinero en relación
a la rentabilidad que nos ofrecería un plazo fijo, por el importe negativo
obtenido tras el cálculo del VAN.
Para verlo más claro vamos a utilizar un
ejemplo. Supongamos que invertimos 10.000 euros en un proyecto fotovoltaico y
que este proyecto nos reporta un Cash-flow, o beneficio neto anual,
determinado. Calcularemos el VAN de esta inversión. El beneficio neto anual se
obtiene como diferencia entre los ingresos y los costes que durante ese año
hemos tenido.
Realizaremos el cálculo para cinco años
y aplicaremos una tasa de descuento del 5%, para actualizar el valor del
Cash-flow durante los cinco años que hemos supuesto que dura el proyecto. Tras
el análisis de la tabla 1 podremos extraer varias conclusiones. La primera de
ellas es que el beneficio que obtenemos por nuestra inversión durante los cinco
años asciende a 15.000 euros. Para poder comparar este valor a precios de hoy
debemos actualizar las cantidades con la tasa de descuento del cinco por
ciento. Tras la actualización el valor queda fijado en 12.988,41 euros.
Esto quiere decir que un inversor es
indiferente entre tener 12.988,41 euros hoy o ir recibiendo todos los años
3.000 euros hasta completar 15.000 euros dentro de cinco años.
Año
|
Desembolso
|
Cash-flow
|
Actualización
Cash-flow
|
Flujo descontado
|
0
|
-10.000
|
0
|
-10.000
|
-10.000
|
1
|
|
3.000
|
3.000·(1,05)-1
|
2.857,14
|
2
|
|
3.000
|
3.000·(1,05)-2
|
2.721,08
|
3
|
|
3.000
|
3.000·(1,05)-3
|
2.591,51
|
4
|
|
3.000
|
3.000·(1,05)-4
|
2.468,10
|
5
|
|
3.000
|
3.000·(1,05)-5
|
2.350,58
|
Total
|
|
15.000
|
|
12.988,41
|
Tabla
1. Cálculo del VAN de una inversión
El VAN de nuestra inversión asciende,
por lo tanto, a 2.988,41 euros (12.988,41 – 10.000). Si tuviéramos que elegir
entre varios proyectos similares nos quedaríamos con aquel que nos aportara un
VAN mayor. No obstante, para poder comparar distintos VAN el importe de las
inversiones deben ser similares ya que si estos fueran muy diferentes el
criterio VAN es poco operativo. Además, sólo podemos comparar proyectos con
similares niveles de riesgo, ya que en caso contrario deberíamos aplicar
distintas tasas de descuento.
2 comentarios:
Según mi experiencia las plantas solares fotovoltaicas tienen una rentabilidad innegable a pesar de ser proyectos a largo plazo.
En chile trabajamos con TIR que van de un 17% a 23 % debido a las condiciones de radiación y el valor de la energía, sin embargo el mayor problema que presentan este tipo de proyectos es la financiación, esto se debe al riesgo asociado a la venta spot.
Rentabilidades como las que nos comentas se produjeron en España para determinados proyectos fotovoltaicos hace muchos años. Los recortes en el sector y la retroactividad normativa aplicada a instalaciones ya en funcionamiento han hecho que alcanzar rentabilidades positivas, algo por encima de la subida de precios anuales, sea ya todo un logro para el promotor fotovoltaico.
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