martes, 3 de septiembre de 2013

Gran crecimiento de las energías renovables hasta 2030


Las empresas consultoras especializadas en estudios de proyectos renovables y la propia Agencia Internacional de la Energía (AIE), afirman en sus últimos informes que las perspectivas de inversión en energías renovables en el escenario 2013-2030 son muy prometedoras.
 
La AIE estima que de toda la potencia energética eléctrica instalada en el mundo de aquí a 2030 el 57% será renovable y la consultora Bloomberg New Energy Finance, por su parte, eleva esta cifra hasta el 70%.
 
A pesar de la situación de crisis financiera internacional los proyectos que se van a realizar en el corto plazo auguran una gran cantidad de empleo relacionada con el sector. En la propia Unión Europea son muchos los países que destacan por su dinamismo en cuanto a la promoción de proyectos renovables. En los últimos años, especialmente significativo es el caso del Reino Unido. Consientes de esta realidad empresas españolas importantes están realizando fuertes inversiones en el país.
 
La situación en España es bien distinta. La opinión pública española hoy tiene asumido que las energías renovables son las causantes del déficit tarifario y de los grandes desequilibrios que estas energías han causado sobre el sistema eléctrico del país. Ya me lo decía mi cuñado la semana pasada: “No veas el facturón de luz que me ha llegado este mes: 225 €. La culpa la tienen los molinos esos que han puesto por todos lados y que ahora tenemos que pagarlos entre todos”. Hay que quitarse el sombrero ante las grandes eléctricas y el gobierno porque sus campañas de “información” sobre el coste excesivo de las renovables han calado hondo.

Pero ¿Por qué un gobierno como el británico apuesta tan decididamente por las renovables y el español ha dejado de confiar en ellas hasta el punto de lanzar una campaña de desprestigio encubierta?

Las claves tenemos que analizarlas teniendo en cuenta el planteamiento británico:

  1. El gobierno británico ha fijado unos ambiciosos objetivos para el sector, al contrario de lo que está ocurriendo actualmente en España. Esta conciencia de la necesidad de un cambio en el modelo energético es fundamental y desencadena toda la serie de decisiones posteriores.
  2. El marco regulatorio se mantiene estable y sin modificaciones “a mitad de la partida”.
  3. Flexibilidad de establecimiento de empresas y condiciones laborales idóneas para la realización de inversiones.
  4. Compromiso de reducción de las emisiones en un 80% antes de 2050.

La Ley de Energía presentada por el ministro de Energía y Cambio Climático inglés, a finales de 2012, no tiene nada que ver con la reforma de la Ley del Sector Eléctrico que se está proponiendo en España, ya que la primera tiene como objetivos cambiar el mix energético hacia uno bajo en carbono, mejorar la infraestructura energética, aumentar la independencia energética y conseguir un desarrollo sostenible. La española, desgraciadamente, no tiene en cuenta realmente estos principios, sino más bien todo lo contrario: seguir apostando por un modelo predominantemente fósil y nuclear.

Además, y esto es lo más curioso, el modelo inglés pretende bajar los precios de la energía  y garantizar el suministro apostando precisamente por las fuentes energéticas domesticas como herramienta para luchar contra las fluctuaciones de precios internacionales de combustibles, una vez más, en las antípodas del planteamiento español.

Más allá de una visión cortoplacista centrada en el recorte y en el mantenimiento del status quo, el gobierno español debería realizar una apuesta decidida por un nuevo modelo que ha demostrado rentabilidad económica, seguridad en el suministro y crecimiento económico asentado en políticas de desarrollo sostenible.

2 comentarios:

Guillermo Muñoz dijo...

Gran artículo, esperanzador... para los británicos. Para nosotros, una vez más, vergüenza ajena de la "Marca España". Supongo que parte de la capacidad de apuesta en Reino Unido por las energías renovables se puede deber a la independencia de sus cargos políticos respecto de las Grandes Empresas. A diferencia de España. ( http://www.20minutos.es/noticia/1653786/0/ministros/sueldos/empresas/ )

Ya se sabe, ¿quién tiraría piedras sobre su propio tejado?

Antonio J. Martínez dijo...

Totalmente de acuerdo Guillermo. Para más información sobre el sistema de privatización de compañías en España puedes consultar también el siguiente artículo: http://generaciondistribuida.blogspot.com.es/2013/08/politicas-neoliberales-para-el-sector.html