Que la energía hidráulica aporta electricidad limpia al sistema
eléctrico nadie lo discute. Pero que además es capaz de añadir aportación de
eficiencia al sistema ha sido algo que se ha sabido desde siempre pero que sólo
se ha utilizado en contadas ocasiones. Así es, se pueden aprovechar los
excedentes sobrantes de producción durante las horas valles (por ejemplo, de
una nuclear que no puede parar su producción) para bombear agua que luego se turbina
en horas punta.
Por
lo tanto, las centrales hidroeléctricas de bombeo son un tipo especial de
centrales hidroeléctricas que posibilitan un empleo más racional de los
recursos hidráulicos de un país.
Disponen
de dos embalses situados a diferentes cotas. Cuando la demanda de energía
eléctrica alcanza su máximo nivel a lo largo del día, las centrales de bombeo
funcionan como una central convencional generando energía. En horario nocturno,
con una demanda baja de energía eléctrica en el sistema, se bombea agua para
después poder ser utilizada para abastecer la central hidroeléctrica en
momentos de alta demanda eléctrica. De esta forma la caída de agua, almacenada
en el embalse superior, hace girar el rodete de la turbina asociada a un
alternador.
Después
el agua queda almacenada en el embalse inferior. Durante las horas del día, en
la que la demanda de energía es menor, el agua es bombeada al embalse superior
para que pueda realizar el ciclo productivo nuevamente.
Para
ello la central dispone de grupos de motores-bomba o, alternativamente, sus
turbinas son reversibles de manera que puedan funcionar como bombas y los
alternadores como motores.
En
este tipo de centrales hay muchas esperanzas puestas, está previsto que hasta
el año 2020 se instalen en el mundo 100 nuevas centrales hidroeléctricas
de bombeo con una capacidad superior a los 74 GW. En 2012 había 350 centrales
de estas características con 152 GW instalados.
El
interés por estas instalaciones es distinto según el área geográfica que
analicemos. De esta forma, en Asia donde se están realizando grandes
inversiones en térmicas de carbón y nucleares, las centrales hidráulicas de
bombeo pueden ajustarse a las curvas de demanda diarias. En China se
construirán 20 de las 100 centrales planificadas hasta 2020.
En
Norteamérica y Europa la existencia de otras energías renovables les dan
sentido a las centrales de bombeo ya que son capaces de almacenar energía
cuando se produce un excedente renovable. En este sentido, en el técnico, las
centrales de bombeo funcionan a la perfección. Sin embargo, el promotor de
estas instalaciones también quiere que sean rentables. De esta forma le
interesa vender la energía eléctrica en horarios diurnos donde se paga el kWh a
mayores precios. Pero puede ocurrir que al sistema, en esos horarios, ya tenga
toda su demanda energética cubierta, con lo que quedaría relegado a vender su
producción en horarios menos rentables desde un punto de vista económico.
Si
el operador del sistema eléctrico tiene mayor interés en que la operación sea
técnica que económica, puede chocar con los intereses de los promotores y los
proyectos no salir adelante. Por este motivo es imprescindible un acuerdo
consensuado por todas las partes para que el uso de este sistema de producción
de energía tan eficiente siga creciendo.
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