viernes, 26 de abril de 2013

Más de un millón de puestos de trabajo en eficiencia energética

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La política económica que rige los destinos de casi todos los países desarrollados del mundo, ha demostrado sus grandes virtudes, llevando a unas tasas de crecimiento y desarrollo a las naciones como nunca antes en la historia de la humanidad se ha conocido. Sin embargo, ¿ese crecimiento es posible de forma indefinida en el tiempo?

El último periodo de crisis económica mundial parece querer decirnos que un modelo basado en el crédito y en la necesidad de un consumo constante y creciente para sostener las economías, también tiene sus riegos.

En España la situación del desempleo es especialmente preocupante. Con más de 6,2 millones de parados y una tasa de desempleo que se aproxima peligrosamente al 30% de la población activa, nos hace presagiar que nada ni nadie podrá parar una debacle segura.

La espiral que origina un crecimiento económico espectacular, también es capaz de generar un decrecimiento alarmante. La caída de un sector estratégico, como es la construcción, ha propiciado una disminución de la renta en todos los demás sectores, paralizando el consumo, provocando el cierre de empresas y llevando a un desempleo masivo a la población.

Ante esta situación podemos plantearnos la siguiente cuestión: ¿es posible revitalizar el sector de la construcción de alguna manera?¿Puede este sector crecer de forma indefinida, garantizando de esta forma el crecimiento sostenible de los países?

La respuesta es: SI. Por lo menos eso es lo que se asegura desde la Comisión de Industria, Energía y Turismo que presentará en el Congreso una propuesta de colaboración público-privada, con el objetivo de impulsar la eficiencia energética en la edificación. Se asegura que esta propuesta permitirá reducir el gasto público en los edificios y crear más de un millón doscientos mil empleos.

La base que sostiene este alto nivel de empleo y actividad laboral está sustentada en las empresas de servicios energéticos (ESE), así como en los consumidores y usuarios, según fuentes citadas. Las inversiones en materia de eficiencia energética resultan cada vez más atractivas al recuperarse la inversión en cortos periodos de tiempo.

Además, el modelo permitirá que el riesgo financiero y técnico no recaiga sobre el cliente (sea privado o administración pública) sino sobre la empresa de servicios energéticos que será la que correrá con ese riesgo. Esto permitirá reducir el consumo energético a familias y administraciones públicas sin necesidad de utilizar fondos propios para acometer las inversiones.

La filosofía de todo el modelo se basa en que las ESE cobren una vez que el cliente final empieza a ver como disminuye su facturación energética. Si pagaba todos los meses 100 € en la factura, por ejemplo, una vez realizadas las mejoras de eficiencia energética, ahora pagará 70 €. De los 30€ que se está ahorrando todos los meses, un porcentaje deberá facilitárselo a la ESE.

La propuesta resulta más que interesante, aunque surgen algunas interrogantes que a nuestro juicio no quedan bien aclaradas:

  1. ¿Cómo es posible que las empresas de servicios energéticos, que son privadas, tengan esta gran estructura financiera para acometer inversiones millonarias en clientes que les demanden mejoras en sus edificios?
  2. ¿Deberán estas empresas financiar lo que las entidades financieras no financian?
  3. ¿Se sustentará este modelo con fondos públicos obtenidos a través de subvenciones comunitarias o nacionales?
Sin lugar a dudas, la resolución de estas cuestiones es fundamental para que el modelo propuesto pueda funcionar.
 
Más información: 

 

lunes, 15 de abril de 2013

¿Quién puede realizar la Certificación Energética en Edificios? Real Decreto 235/2013.

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Por fin se ha publicado el Real Decreto por el que se establece la obligación de que toda vivienda deba poseer un certificado de eficiencia energética si su propietario pretende venderla o alquilarla.

La obtención de este certificado no implica que haya que realizarle mejoras a la vivienda. De esta forma, si un vivienda tiene la calificación energética G (la peor que puede tener) el propietario no tiene la obligación de realizar reformas para que la calificación pase a ser C, B o A (esta última la mejor que se puede obtener).

El Real Decreto establece la obligación que a partir del 1 de junio de 2013 todas las viviendas que se vayan a vender o alquilar tienen que tener ya este certificado.

La publicación de Real Decreto ha significado una posibilidad de trabajo para profesionales relacionados con el sector de la edificación, de la ingeniería y del mantenimiento de inmuebles. ¿Pero qué profesionales son los que pueden elaborar un certificado como este? Esto es algo que se preguntan trabajadores del sector. Vamos a desgranar lo que el Real Decreto 235/2013 nos dice para poder dar respuesta a esta pregunta:

1. Para los edificios de las administraciones públicas (que también tienen obligación de tener una certificación energética) se establece que podrán realizarla “técnicos competentes de cualquier de los servicios de esas Administraciones Públicas”. Por lo tanto, en principio, queda excluido cualquier profesional, que no tenga una relación laboral con la administración, para realizar certificación de edificios públicos. En cuanto a los trabajadores públicos el Real Decreto no define el perfil que deben tener pero podemos suponer que habrán de haber realizado estudios de arquitectura y/o ingeniería.

2. En el artículo 1, punto 3.p. del Real Decreto se incluye lo que se entiende como técnico competente para realizar la certificación energética. Aquí se dice que será un técnico que tenga una titulación académica o profesional para la redacción de proyectos o dirección de obras de edificación, o bien, para la realización de proyectos de instalaciones térmicas, según lo establecido en la Ley 38/1999, o sea, arquitectos, arquitectos técnicos, ingenieros e ingenieros técnicos.

3. La Disposición adicional cuarta del Real Decreto, establece “otros técnicos habilitados” para realizar certificaciones energéticas. En este sentido dice: “Mediante Orden conjunta de los titulares de los Ministerios de Industria, Energía y Turismo y de Fomento, se determinarán las cualificaciones profesionales requeridas para suscribir los certificados de eficiencia energética, así como los medios de acreditación. A estos efectos, se tendrá en cuenta la titulación, la formación, la experiencia y la complejidad del proceso de certificación”.

Es evidente que, tras la lectura de esta disposición, quedará abierto el abanico de profesionales que podrán realizar el trámite de certificación, ya que una cualificación profesional puede obtenerse mediante la realización de un determinado estudio o carrera, o bien, mediante el desarrollo de un certificado de profesionalidad donde el trabajador obtiene una titulación tras un estudio y unas pruebas de evaluación, que avalan su trayectoria profesional. En este sentido decir, que a nivel nacional ya existe el certificado de profesionalidad de eficiencia energética en edificios que por temática y ámbito de estudio, dan validez laboral a un certificador energético.

4. En la disposición transitoria tercera del Real Decreto indica que se pondrá a disposición del público registros actualizados periódicamente de técnicos competentes o de empresas que ofrezcan los servicios de expertos. En una clara alusión a las Empresas de Servicios Energéticos (ESE), queda abierta la posibilidad de que una ESE puede realizar tareas de certificación energética. En este caso, dependerá de la ESE el tipo de técnico que realice este trabajo, ya que será un trabajador dependiente que no figurará como certificador, porque el certificador en este caso será la ESE.

5. El artículo 8 del Real Decreto abre, más aún, el abanico de posibles trabajadores vinculados a esta actividad laboral porque permite que el técnico que finalmente se defina como competente, puede contar con ayudantes en el proceso de certificación, tanto para la toma de datos, empleo de herramientas, programas informáticos, definición de medidas de mejoras, etc., etc. En este caso no define que cualificación debe tener el “ayudante”.

Tendremos que esperar, no obstante, a que se produzca una manifestación clara por parte del Ministerio de Industria y de Fomento que definan claramente los perfiles profesionales que se podrán acreditar como certificadores energéticos. De todas formas consideramos que no se alejará mucho de lo aquí expuesto.

sábado, 6 de abril de 2013

Aprobado el Real Decreto de certificación energética en edificios

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El gobierno de España aprobó ayer, día 5 de abril, en Consejo de Ministros el nuevo Real Decreto de certificación energética en edificios. Con él se pretende poner en marcha un nuevo modelo de vivienda basado en el alquiler y la rehabilitación.
 
Además se aprueba también el Plan Estatal de Vivienda 2013-2016, que, unidos a la Ley de Fomento del Alquiler, son los instrumentos que harán posible el cambio de política y modelo de vivienda en España.
 
El gobierno, de esta forma, apuesta por la vivienda en alquiler y la rehabilitación de las casas existentes en contra de las nuevas promociones urbanísticas. Además el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), pondrá en marcha próximamente un programa específico de ayudas y financiación para facilitar la ejecución de medidas de mejora de la eficiencia energética y la utilización de las energías renovables.
 
Se asegura que se dotará con cien millones de euros, este programa para que puedan establecerse medidas de ahorro y eficiencia sobre la envolvente y las instalaciones térmicas de los edificios existentes de uso residencial, y la incorporación de energías renovables sobretodo biomasa y geotermia.
 
Podrán ser beneficiarios de las ayudas o de la financiación de este programa las comunidades de vecinos y los propietarios de viviendas individuales. Se pretende que las viviendas mejoren:
 
1. La eficiencia energética de la envolvente térmica de los edificios de viviendas existentes.
2. La eficiencia energética de las instalaciones térmicas de los edificios de viviendas existentes.
3. Sustitución de energía convencional por biomasa y geotérmica en las instalaciones de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria de los edificios de viviendas existentes
 
Así mismo se aprueba el certificado energético que será obligatorio para alquilar o comprar una vivienda. La norma establece que a partir de 1 de junio de 2013 será obligatorio poner a disposición de los compradores o arrendadores de edificios o de parte de los mismos, para alquileres con una duración superior a cuatro meses, un certificado de eficiencia energética.
 
Este certificado, además de la calificación energética del edificio, deberá incluir información objetiva sobre las características energéticas de los edificios, y, en el caso de edificios existentes, documento de recomendaciones para la mejora de los niveles óptimos o rentables de la eficiencia energética del edificio o de una parte de este, de forma que se pueda valorar y comparar la eficiencia energética de los edificios, con el fin de favorecer la promoción de edificios de alta eficiencia energética y las inversiones en ahorro de energía.
 
Para ello, como herramienta para facilitar la obtención de dichos certificados, el IDAE ha elaborado los programas informáticos CE3 y CE3X, ambos publicados como Documentos Reconocidos a disposición de los técnicos certificadores.
 
El IDAE se encargará de informar a los vendedores, compradores y usuarios de viviendas y edificios en general sobre las nuevas obligaciones a las que tienen que hacer frente.
 
Igualmente, y como actuación ejemplarizante de las Administraciones Públicas, el Real Decreto obliga a que todos los edificios o partes de los mismos, en los que una autoridad pública ocupe una superficie útil total superior a 500 m2 inicialmente que sean frecuentados habitualmente por el público, dispongan del certificado de eficiencia energética y exhiban su etiqueta de eficiencia energética.

miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Por qué nos tiene que preocupar la entropía?

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Dos leyes son las que gobiernan la energía. La primera y segunda ley de la termodinámica no fueron articuladas de forma definitiva hasta la segunda mitad del siglo XIX, casi 170 años después de que Newton formulara las leyes de la mecánica.
 
Las leyes de la termodinámica nos dicen cómo se comporta la energía y son por lo tanto imprescindibles para la compresión del funcionamiento cotidiano de los ecosistemas y los sistemas sociales.
 
La primera ley de la termodinámica, según la cual la energía total contenida en el universo es invariable, recibe a veces el nombre de ley de la conservación. Significa que la energía ni se crea ni se destruye. La cantidad de energía contenida en el conjunto del universo permanece fija desde el origen de los tiempos y seguirá así hasta el final de los mismos.
 
Todo lo construido en el curso de la historia es energía que ha sido transformada de un estado a otro. Cuando un ser humano muere y se descompone, así como cuando nuestros objetos materiales se desintegran, la energía que se libera encuentra su camino de vuelta a la naturaleza.
 
Aquí es donde entra en juego la segunda ley de la termodinámica. La transformación de la energía se realiza siempre en una dirección: pasando de disponible a no disponible. Si quemamos un trozo de carbón, por ejemplo, la energía permanece, pero se transforma en cenizas y gases que se liberan a la atmósfera. No se ha perdido ninguna cantidad de energía en el proceso y, sin embargo, ya no podremos volver a quemar jamás ese pedazo de carbón y convertirlo en trabajo útil. Esta pérdida de energía aprovechable recibe el nombre de entropía y es uno de los conceptos más importantes y al mismo tiempo menos comprendidos y apreciados de la física.
 
Con las cosechas ocurre lo mismo. Podemos concentrar semillas, abonos, agua y trabajo para que su cosecha salga adelante. Una vez que se recolecta nunca más podrá volver a "concentrarse" la misma energía. Podremos tener una nueva cosecha, pero será a costa de volver a concentrar otra energía dispersa, por lo que el sistema cada vez estará más desordenado y con menos capacidad de producir nuevos ciclos.
 
Es posible invertir el proceso entrópico (que mide el grado de desorden de un sistema), pero sólo mediante el empleo de energía adicional. Naturalmente esta energía adicional, una vez usada, no hace más que aumentar la entropía total. Reciclar los desechos, por ejemplo, requiere el gasto adicional de energía de recoger, transportar y procesar los materiales usados, lo cual incrementa la entropía total en el entorno.
 
La energía solar se agotará dentro de miles de millones de años (con 5.000 millones de años se considera que el sol está en la mitad de su vida). Durante este periodo de tiempo el sol continuará bañando la Tierra con nuevas aportaciones de energía durante todo el tiempo que seamos capaces de imaginar, debe comprenderse que la cantidad de energía concentrada en la Tierra en forma de materia, sean minerales metálicos o combustibles fósiles, es relativamente limitada dentro del periodo de la historia geológica relevante para la sociedad. Esto es así porque desde el punto de vista termodinámico la Tierra es un sistema cerrado en relación con el sistema solar y el universo.
 
La Tierra es un sistema cerrado, es decir, intercambia energía con el sistema solar, pero, a excepción de algún meteorito ocasional o de cierta cantidad de polvo cósmico, no intercambia demasiada materia con el universo exterior. La idea importante es que el influjo de energía procedente del Sol no produce materia por sí mismo; la energía solar puede fluir eternamente sin producir jamás ningún tipo de vida. La Tierra posee unas reservas limitadas de materia apta para ser transformada en otras formas útiles, incluida la vida, con la ayuda de la energía solar. Por ejemplo, la energía solar interactuó con la materia terrestre durante el período Jurásico y contribuyó a convertir la materia en vida. La descomposición de esta vida generó los depósitos de carbono que hoy quemamos en forma de carbón, petróleo y gas natural. La energía que se pierde en forma de gases ya no está disponible para realizar trabajo. Aunque es posible que en algún momento futuro de la historia geológica se acumulen depósitos parecidos de carbono, el futuro del que estamos hablando es en cualquier caso tan lejano que no afecta a las necesidades humanas. Por este motivo se dice que los combustibles fósiles son “fuentes no renovables de energía”.
 
Todo cuanto existe en el universo, de acuerdo con la segunda ley, comenzó siendo energía concentrada disponible y se está transformando, con el paso del tiempo, en energía dispersa y no disponible.

El uso de energías renovables implica reducir el proceso entrópico de la tierra ya que se reducen el número de ciclos energéticos necesarios para mantener la vida en la Tierra. Sólo utilizando estas fuentes de energía se puede garantizar una mayor sostenibilidad del planeta.

viernes, 15 de marzo de 2013

Clúster de empresas innovadoras de energías renovables

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Los clústeres de empresas nacieron a principios de la década de los noventa y tienen como objetivo concentrar empresas e instituciones afines con el objetivo de aprovechar sinergias entre ellas. El célebre principio: "la unión hace la fuerza", cobra aquí una especial relevancia.

Son muchos los sectores industriales y de servicios que han visto con buenos ojos las ventajas que les supone constituir un clúster de empresas. De esta forma es mucho más fácil acometer nuevos proyectos, abrir nuevas líneas de investigación y conseguir los tan ansiados y necesarios fondos económicos para poder materializar las nuevas ideas  que surgen en el seno de cada clúster.

En el sector de las energías renovables se dio ayer un importante avance al constituirse el Clúster de empresas innovadoras de energías renovables en Andalucía. En el acto de constitución estuvieron presente el Secretario General de Innovación, industria y energía de la Junta de Andalucía, D. Vicente Fernández y miembros de la Agencia Andaluza de la Energía que mostraron su apoyo e interés por la iniciativa, así como representantes de las más importantes empresas del sector en España.

INIECO tiene el enorme orgullo y responsabilidad de participar en la Junta Directiva de este nuevo Clúster, ya que su trayectoria y vinculación con el sector de energías renovables y medio ambiente, así lo ha requerido. Esta participación servirá para mantener un contacto privilegiado con la industria y los organismos  públicos más representativos y para realizar aportaciones significativas basadas en su experiencia y conocimientos.